![Hermosas cabañas en el bosque | House in the woods, Forest house, Cabins in the woods](https://i.pinimg.com/originals/e3/9d/cc/e39dcc5a523cb55f29d3dff15d53faff.jpg)
¿Recuerdas
ese ladrillo flojo al lado de la chimenea del jardín, donde escondías tus
papelitos? ¿O esa bolsita donde
colocabas cositas especiales que guardabas secretamente debajo del colchón? ¿O
ese locker que nadie sabía que tenías?
Todos
necesitamos tener un espacio que nos pertenezca únicamente a nosotros, como
nuestro número de pasaporte o de identificación personal. Es nuestro y solamente nuestro, como lo es
nuestro ADN.
Aunque
la vida sea tan maravillosa como es, (y por más bellas que sean nuestras
relaciones con otros: padres, hermanos, hijos, abuelos, tíos, amigos,
conciudadanos, …) cada uno de nosotros necesita un espacio que le pertenezca
única y exclusivamente a él mismo: un
lugar secreto. Y como todo espacio personal, es algo único que a cada uno le
toca definir y cuidar.
Hay
cosas que nadie debe saber. Hay cosas
que nadie debe tocar. Y hay un Dios de
amor que quiere lo mejor de nosotros sólo para El mismo. Ese lugar secreto es nuestro espacio para
compartir con El esas cosas que sólo El puede oir, ver y comprender.
La
vida no se compone solamente de conocimiento y cosas materiales, sino también
de sentimientos, temores, anhelos, sueños, ilusiones, conflictos, … y este
lugar secreto es el lugar ideal para vernos con ellos cara a cara.
Ninguno
de nosotros sale de su dormitorio sin prenda alguna sobre el cuerpo. Ninguno sale de la casa sin haberse bañado,
lavado, peinado y arreglado. Y no tener
ese lugar secreto es como exponernos a pasar vergüenza por encontrarnos
repentinamente en circunstancias en las que todas esas cosas que deben ser
guardadas y tratadas en el lugar secreto se encuentran fuera del dormitorio y
fuera de la casa.
Al
faltarnos nuestro lugar secreto podemos vernos desesperados, enojados,
resentidos, porque una fuerza violenta
nos ha empujado a colocarnos en un lugar en el que no queríamos
encontrarnos.
Nuestro
lugar secreto debe ser un lugar repleto de amor, paz, misericordia,
comprensión, inteligencia y sabiduría, en el que encontramos respuestas,
aceptación, tiempo, paciencia, ánimo, consuelo, sanidad para nuestras heridas,
… el único lugar en el que absolutamente todo es perfecto porque hay provisión,
comprensión y aceptación (perdón) total
para la parte más sensible, delicada y profunda de nuestro ser.
“Entre
toda cosa guardada guarda tu corazón porque de él mana la vida.” Prvbs.
En
este lugar especial es en donde aprendemos a conocernos tal cual somos, … a
valorarnos, a amarnos. Y de allí debemos
sacar fuerzas para mantener la vida maravillosa que nos es concedida, en
comunión con los que nos rodean. Debemos
ocuparnos del aprendizaje y equiparnos para toda buena obra, según nuestro
temperamento y habilidades. En este
lugar secreto vamos a descubrir lo que hay dentro de nosotros para poder poner
todo a funcionar en una forma correcta y positiva.
Honrando
este lugar vamos a poder vivir en justicia, en paz; una vida de crecimiento y
felicidad, una vida de victoria y amor.
Cada
ser humano tiene la capacidad absoluta de conocerse y comprenderse a sí
mismo. Y podemos llegar a conocer y
comprender a los demás en forma muy amplia y profunda, pero jamás vamos a poder
llegar a comprender a nadie como a nosotros mismos, porque no tenemos la
capacidad de llegar a su interior.
Debemos entender y respetar esto, … y cuando no haya explicación lógica
ni respuestas para el comportamiento de una persona, debemos recurrir al amor,
a la misericordia, al perdón y a la paciencia, y esperar, para aplicar la
sabiduría, la inteligencia y la justicia, … y siempre tener presente que todo
ser humano necesita su lugar secreto para estar en paz consigo mismo y poder
convivir en amor con el mundo que le rodea.
El
comprendernos a nosotros mismos no es algo natural y automático. El haber estado rodeado(a) de personas exigentes,
incomprensivas, amargadas, equivocadas, ignorantes o malas puede hacer de esto
una hazaña. Puede haber dolor,
desesperación, duda, miedo, dificultad, … pero es bueno y necesario. El haber estado encerrados puede habernos
hecho creer que no existía el Sol ni nada de todo lo que crece debajo de él,
pero al verlo sabemos que se nos mintió y entramos a una dimensión a la cual
debemos ajustarnos y adaptarnos. Esto es
lo que sucede cuando salimos del error, del engaño y del sufrimiento, para
pasar a la luz de la verdad y el amor.
Animémonos
unos a otros a buscar este lugar. A la
comunión con nuestro Creador, y a disfrutar conocernos y aprender a afrontar y
vencer las adversidades y los retos que la vida nos presenta.
Somos
seres individuales únicos. No debemos temer nuestra individualidad ni
avergonzarnos de ser lo que somos. No
debemos pelear, ser groseros o imponernos, sino aprender a fluir como el río en
su cauce y ser agua de bendición y no de destrucción. Cuando se está en
ambientes hostiles de incomprensión y autoritarismo lo primero puede ser
necesario, pero en términos normales lo que necesitamos es buscar el equilibrio
personal y la felicidad con los que nos rodean.
Cuando
entramos en contacto con la esencia de nuestro ser nos llenamos de bienestar,
paz y felicidad. Y esto es lo que nos
ayuda a vencer todo lo que se opone a esta vida de bien: todo aquello que es negro y tenebroso dentro
de nosotros. En lugar de declararle una
guerra a la tristeza, al resentimiento o a la amargura, simplemente les ponemos
los pies encima, al aferrarnos a la alegría de amar y ser amados, y caminamos
sobre ellos como quien pisa una cucaracha.
Este
lugar secreto se convertirá en nuestro salón de belleza, en nuestra fuente de
paz, en nuestra sala de emergencias, en nuestro lugar de recuperación. Es el lugar en donde encontramos todo para
estar bien: llenos de consuelo,
sabiduría, salud, fuerza, ánimo, alegría, propósito, descanso. El único lugar en donde vamos a vernos al
desnudo con la verdad. Para poder salir
a vivir la vida como convenga: con traje
para escalar la montaña o el volcán, con los zapatos adecuados para cada
deporte, con el equipo completo para ir hasta el fondo del mar, con el smoking
o el vestido largo para la fiesta, … con el atavío adecuado para cada circunstancia
y para cada persona con la que nos topemos.
Como
personas sensatas que anhelan la perfección, la felicidad y la plenitud,
ninguno de nosotros va a querer prescindir de este lugar ni de la comunión con
Aquél que ama nuestra alma y nos conoce y nos comprende. El va a caminar con nosotros todo el
camino. El enjugará nuestras lágrimas,
nos abrazará, nos dará calor y refrigerio, aliento y descanso, … El nos llevará
de gloria en gloria y de poder en poder.
Con El siempre estaremos en victoria.
Para
que nuestro cuerpo esté bien necesitamos de cosas básicas e imprescindibles,
como la comida saludable (proteína, carbohidrato, vitaminas, minerales y
grasa), el agua, el abrigo, el techo, la higiene y el descanso. De la misma manera, hay un desgaste diario
para nuestra alma y necesitamos recuperarnos de él. Necesitamos ir a nuestro lugar secreto. Allí debemos hacer nuestro balance de
justicia y paz. Allí debemos afrontar
con valentía la verdad acerca de lo acontecido durante el día y darle a nuestra
alma lo que necesita para estar bien.
Así
como físicamente necesitamos beber y comer, trabajar y dormir, emocionalmente
tenemos necesidades: necesitamos ser
escuchados, necesitamos afecto, enseñanza, comprensión, perdón, paciencia,
amistad, fidelidad, honestidad, …
necesitamos dar, perdonar, ayudar, servir, estar a solas, descansar, … si descuidamos el bienestar de nuestra alma
vamos a padecer como padece nuestro cuerpo cuando se excede o se descuida. Habrá tristeza, desesperación, impaciencia,
irritabilidad, egoísmo, orgullo, irresponsabilidad, infidelidad, hasta correr
el riesgo de caer en pecados capitales o destruir nuestra vida totalmente de
una u otra forma.
En
la medida en la que logremos esto seremos capaces de transmitírselo a nuestros
hijos y hacer su vida más placentera y gratificante. Y podremos disfrutar de nuestra propia
madurez.
Mientras
existamos siempre habrá más. No
importando nuestra edad nunca dejamos de comer ni de dormir hasta que
morimos. Nunca dejaremos tampoco de
aprender ni de enriquecer nuestras vidas con la experiencia de convivir con la
naturaleza, el entorno y la gente que nos rodea.
Tomemos
la decisión de ver la vida desde nuestro lugar secreto, y de disfrutarla de un
nuevo modo, con la percepción individual que nuestro Creador nos da en ese
lugar donde sólo somos El, yo y la verdad.
Y
no importando que a veces no sea posible estar en “ese” lugar específico, el
lugar secreto es tu corazón, así que no importando si estás en la comodidad de
tu hogar, en el sur de América, en un barco en el Océano o en una isla en
Africa, … dondequiera que estés, el lugar secreto estará contigo. Pero el único que tiene la llave para entrar
eres tú.
Recomendaciones:
Películas:
"Karate Kid I., II., III" (Ralph Maccio);
"Karate Kid IV" (Hillary Swank);
"7 años en el Tibet" (Brad Pitt);
"Lara Croft: Tomb Raider I" (Angelina Jolie)
Canciones:
"Sailing" Christopher Cross
"Through His eyes of love" Steve Archer
"Strange things" Toy Story
"You come to my senses" Chicago
"La acción más pequeña es mejor que la mayor de todas las intenciones."
Seasons of the HeartRecomendaciones:
Películas:
"Karate Kid I., II., III" (Ralph Maccio);
"Karate Kid IV" (Hillary Swank);
"7 años en el Tibet" (Brad Pitt);
"Lara Croft: Tomb Raider I" (Angelina Jolie)
Canciones:
"Sailing" Christopher Cross
"Through His eyes of love" Steve Archer
"Strange things" Toy Story
"You come to my senses" Chicago
"The river of dreams" Billy Joel
"She is a maniac" Flashdance
"I love to be with you" Marty Nystrom
"¿Qué será mejor o qué será peor?" C. Sesto
"She is a maniac" Flashdance
"I love to be with you" Marty Nystrom
"¿Qué será mejor o qué será peor?" C. Sesto